Con tu familia, con tus amigos, con tus proyectos, con tu trabajo, con tus retos. Lo que recibes en la vida no es más que un reflejo de lo que eres, de lo que das, de la energía que proyectas al mundo. Si quieres resultados, primero has de trabajar duro sembrando. Ocúpate de eso. La recompensa ya llegará, tarde o temprano, de una forma o de otra, pero siempre llega.