domingo, 25 de octubre de 2009

La proactividad y el trabajo más antiguo del mundo

En primer lugar, quiero aclarar que cuando hablo del "trabajo más antiguo del mundo" me estoy refiriendo precisamente a eso...a no tener trabajo, vamos. El desempleo se está convirtiendo en la afición preferida de los españoles. Ahora también es la mía. Y es que el tema de la crisis se nota, y con creces. Trabajadores del área de Recursos Humanos hablan de los peores Septiembre y Octubre de la historia, en lo que a contrataciones laborales se refiere.

Ahora estoy notando en mis carnes lo que la búsqueda de empleo puede generar en una persona: ansiedad, estrés, impaciencia, rabia, indignación, tristeza, desesperación, enfado...como veis, nada agradable.

Sin embargo, aunque no soy amigo de "recetas mágicas", sí quiero hablar de dos puntos que considero fundamentales a la hora de lidiar con una situación de este estilo: la actitud positiva y la proactividad.

  • La actitud positiva se refiere al punto de vista con el que contemplamos la realidad que nos rodea. El hecho de estar desempleado es muy difícil verlo de una forma objetiva, y algunas personas tienden al pesimismo, a la negatividad...y esto no ayuda a la hora de conseguir un trabajo. Si siembras una actitud, cosecharás una acción. Si siembras una acción, cosecharás un hábito. Si siembras un hábito, cosecharás un carácter. Y si siembras un carácter, cosecharás un destino. Si no te gusta tu destino, comienza por cambiar tu actitud, tu forma de encarar la realidad. Pero entonces (nos podríamos preguntar), ¿el cambio de actitud me va a dar un trabajo? La respuesta es NO. Este cambio es condición necesaria, pero no suficiente. Es decir, aunque la actitud positiva es fundamental, por sí sola no se basta para ayudarnos. Aún hay algo más en lo que trabajar: nuestra proactividad.
  • La proactividad se basa en la responsabilidad. Debemos tomar conciencia de que somos el producto de nuestras decisiones. Cada uno de nosotros tenemos un poder impresionante sobre nuestras vidas. El ser humano tiene capacidad de decisión. La proactividad te invita a escribir tu propia historia, a tomar conciencia de que tú eres el creador de tu vida. La clave está en preguntarte: ¿sobre qué cosas tengo influencia? Sobre todo aquello en lo que puedas influir, ¡actúa! Y sobre aquello en lo que no, ¡asúmelo sin preocupaciones! Más en concreto, ¿qué puedes hacer tú para conseguir empleo? ¿Hay algo que puedas mejorar, alguna estrategia nueva que puedas incorporar, conocimientos nuevos que puedas aprender? ¿Sobre qué cosas puedes influir?
Invito a todos los desempleados que estén leyendo esta entrada a encarar esta situación con actitud positiva, proactividad y una buena dosis de paciencia. La recompensa seguro que no tardará en llegar.


martes, 20 de octubre de 2009

Playing for change

Pocas cosas hay que me emocionen tanto como la música. Pocas cosas creo que puedan unir tanto a la gente como la música. Por ello, quiero aprovechar este espacio para publicitar la iniciativa "Playing for change: Peace through music".

Playing for Change es un movimiento creado para inspirar, conectar y traer la paz al mundo mediante la música. La idea de este proyecto surgió a partir de la creencia común de que la música tiene el poder de romper fronteras y superar las distancias existentes entre las personas.

Y yo, me quito el sombrero...

sábado, 17 de octubre de 2009

El problema de Monty Hall

Supón que estás en un concurso, y se te ofrece escoger entre tres puertas: detrás de una de ellas hay un coche, y detrás de las otras, cabras. Escoges una puerta, digamos la nº1, y el presentador, que sabe lo que hay detrás de las puertas, abre otra, digamos la nº3, que contiene una cabra. Entonces te pregunta: "¿No prefieres escoger la nº2?". ¿Es mejor para ti cambiar tu elección?

Pues sorprendentemente, la estadística nos dice que siempre es mejor cambiar tu elección inicial una vez que el presentador ha abierto una puerta donde se encuentra una cabra.

La explicación es la siguiente:

  • Inicialmente, las probabilidades de que una puerta contenga el coche son de 1/3.
  • Cuando yo elijo una puerta (digamos, la 1), tengo 1/3 de posibilidades de haber encontrado el coche, mientras que existen 2/3 de posibilidades de que el coche se encuentre en alguna de las otras dos puertas (la 2 y la 3).
  • El presentador abre una de las puertas que yo no he escogido (digamos la 3), descubriendo una cabra; por lo tanto, la puerta 3, abierta a posteriori, está condicionada por mi elección (obviamente el presentador sabe dónde está cada cosa).
  • Aquí viene lo importante: el coche tendrá más opciones de estar entre las puertas 2 y 3 (que tenían 2/3 de posibilidades inicialmente), aunque sepamos que tras una de estas puertas (la 3 en este caso, que ha sido descubierta) hay una cabra. Por tanto, siempre nos convendrá cambiar a la 2.
  • El punto importante es que una vez se abre una puerta y se muestra la cabra, esa puerta tiene una probabilidad de 0 de contener un coche, por lo que deja de tenerse en cuenta. Si el conjunto de dos puertas (la 2 y la 3) tenía una probabilidad de contener el coche de 2/3, entonces, si una tiene una probabilidad de 0 (porque contenía una cabra), la probabilidad de 2/3 se traspasa a la otra puerta no escogida (la 2, en este caso).
El problema de Monty Hall es un problema matemático de probabilidad que está inspirado por el concurso televisivo estadounidense Let's Make a Deal. Para ampliar información acerca de este interesante problema probabilístico, pincha aquí.

lunes, 12 de octubre de 2009

Jazz, we can

Un temazo de Herbie Hancock para relajarte un poco y disfrutar del instante que estás viviendo. El futuro nos distrae, el pasado nos ancla. El ahora es un regalo, y por eso se llama presente. Disfrútalo!

sábado, 3 de octubre de 2009

Tenía una corazonada...

Lo cierto es que me apetecía mucho que se celebrasen unas Olimpiadas en Madrid, ciudad en la que resido. En un alarde de oportunismo [y siendo bastante ventajista], me hice voluntario para los Juegos de Madrid 2016 en cuanto vi que nos metíamos en la final. Me apasiona el deporte.

Me perdí las presentaciones de Chicago y de Rio. Aún así, me mantuve informado de los hilos que se movían a las espaldas del espectador a través de esta maravillosa entrada, que revelaba, ya a primera hora, por qué Rio iba a ganar. Esto estaba decidido ya mucho antes de Copenhague, me temo.

La presentación de Madrid me emocionó tremendamente. Creo que ponía de manifiesto el espíritu deportivo de este país. Ponía de manifiesto (y se me están poniendo los pelos de punta mientras escribo esto) que el deporte es el único clavo sin arder al que se agarran los españoles para decirse a sí mismos que somos una misma nación, un mismo pueblo, que somos hermanos. Lejos de zapateros y rajoys, de azules o rojos, de andaluces o gallegos. El deporte nos une, siempre lo ha hecho, y siempre lo hará. Esa es su magia, la magia del sentimiento que consigue traspasar cualquier frontera.

También es cierto que he escuchado distintas opiniones acerca de nuestra candidatura: algunas personas consideraban que sólo valdría para que los cuatro de siempre siguieran chupando del bote, para que se enriquecieran las constructoras, para subir los impuestos, para que el faraón Gallardón I continuara con sus enfermizas obras...(por cierto, odio del Plan E). La verdad es que estoy firmemente convencido de que sería algo tremendamente beneficioso para la ciudad. Y si no, pensad cómo cambió Barcelona antes y después del '92...

Ahora la pregunta que lanzo es: ¿Debería presentarse Madrid a la candidatura de 2020?



viernes, 2 de octubre de 2009

Mind the gap

Hace unos días volví de Londres, ciudad en la que, a pesar de haber estado varias veces, no deja de sorprenderme. Es una ciudad con una gran historia, tremendamente cosmopolita, donde se respira aire cultural en cada calle.
En 4 días maratonianos, me dio tiempo a visitar 4 museos (British Museum, Tate Modern, Museo de Historia Natural y Museo de la Ciencia), y 4 mercados (Camden Town -fundamental ir el domingo-, Portobello Market, Covent Garden y Borough Market), además de Trafalgar Square (¡Gibraltar español!), London Eye, el Big Ben, el Parlamento, la Abadía de Westminster, la Catedral de St. Paul, Buckingham Palace, Baker Street, Picadilly Circus, Chinatown, el Soho, London Bridge, la torre de Londres, los famosos (y prohibitivos) almacenes Harrods, los increíbles puentes que cruzan el Támesis (especialmente Millenium Bridge), y Hamleys (la tienda de juguetes más grande del mundo).
Y aún así, sacamos tiempo para saborear las típicas pintas de cerveza. Eso sí, la comida sigue dejando mucho que desear, al igual que el metro (continúo pensando que como el de Madrid, ninguno).
A pesar de ser una ciudad muy cara, es altamente recomendable para disfrutarla durante unos 4 días, mínimo. Hay mucho que ver y saborear.


jueves, 1 de octubre de 2009

¿Vas a acabar siendo fuerte?

Tenemos capacidad de decisión, poder para elegir. Tú ahora mismo estás decidiendo si quieres continuar leyendo o no, de hecho. Sin embargo, las circunstancias también tienen algo que decir. No podemos controlar el viento que sopla, pero sí cómo manejar nuestro barco velero para aprovechar al máximo ese viento. En la vida surgen imprevistos, contratiempos, situaciones incontrolables que nos pueden hacer perder el norte, nos desestabilizan. Algunas incluso parece que nos pueden llegar a hundir.
Pero, ¿quién tiene el poder para decidir la respuesta ante estas contingencias? ¿Quién tiene el poder para seguir luchando? Tú, y sólo tú. Cuando te caigas 7 veces, levántate 8.



PD:impresionante la capacidad de oratoria y la fuerza que transmite Nick Vujicic.