domingo, 31 de mayo de 2009

Me gusta la gente

En honor del gran Mario Benedetti, que falleció recientemente.

Me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga las cosas, sino que sabe lo que hay que hacer y que lo hace.

Me gusta la gente con capacidad para medir las consecuencias de sus acciones, la gente que no deja las soluciones al azar. Me gusta la gente justa con su gente y consigo misma, pero que no pierda de vista que somos humanos y nos podemos equivocar.

Me gusta la gente que piensa que el trabajo en equipo entre amigos, produce más que los caóticos esfuerzos individuales. Me gusta la gente que sabe la importancia de la alegría. Me gusta la gente sincera y franca, capaz de oponerse con argumentos serenos y razonables a las decisiones de un jefe.

Me gusta la gente de criterio, la que no traga entero, la que no se avergüenza de reconocer que no sabe algo o que se equivocó. Me gusta la gente que, al aceptar sus errores, se esfuerza genuinamente por no volver a cometerlos.

Me gusta la gente capaz de criticarme constructivamente y de frente, a éstos les llamo mis amigos. Me gusta la gente fiel y persistente, que no desfallece cuando de alcanzar objetivos e ideas se trata. Con gente como ésa, me comprometo a lo que sea, ya que con haber tenido esa gente a mi lado me doy por bien retribuido.

Ciertamente, el honor es mío. Gracias por tus palabras y descansa en paz.


jueves, 28 de mayo de 2009

Los granos de café

Una hija se quejaba a su padre acerca de su vida y como las cosas le resultaban tan difìciles. No sabía como hacer para seguir adelante y creía que se daría por vencida. Estaba cansada de luchar. Parecía que cuando solucionaba un problema, aparecía otro.

Su padre, un chef de cocina, la llevó a su lugar de trabajo. Allí llenó tres ollas con agua y las colocó sobre fuego fuerte. Pronto el agua de las tres ollas estaba hirviendo. En una colocó zanahorias, en otra colocó huevos y en la última colocó granos de café. Las dejo hervir sin decir palabra. La hija espero impacientemente, preguntándose que estaría haciendo su Padre.

A los veinte minutos el padre apagó el fuego; Sacó las zanahorias y las colocó en un recipiente. Sacó los huevos y los colocó en un plato.
Coló el café y lo puso en una taza. Mirando a su hija le dijo:
"Querida; ¿Que ves?" "Zanahorias, huevos y café; fue su respuesta.

La hizo acercarse y le pidió que tocara las zanahorias.
Ella lo hizo y notó que estaban blandas. Luego le pidió que tomara un huevo y lo rompiera. Al sacarle la cáscara, observó que el huevo estaba duro.
Luego le pidio que probara el cafe?. Ella sonrió mientras disfrutaba de su rico aroma.

Humildemente la hija preguntó: "¿Que significa esto, Padre?". El le explicó que los tres elementos habían enfrentado la misma adversidad: agua hirviendo, pero habían reaccionado en forma diferente.

La zanahoria llegó al agua fuerte, dura. Pero después de pasar por el agua hirviendo se había vuelto débil, fácil de deshacer. El huevo había llegado al agua fragil. Su cascara fina protegía su interior líquido. Pero después de estar en agua hirviendo, su interior se había endurecido.
Los granos de café? sin embargo eran los únicos. Después de estar en agua hirviendo, habían cambiado al agua.
"¿Cual eres tú?", le preguntó a su hija. "Cuando la adversidad llama a tu puerta", ¿cómo respondes? "Eres una zanahoria, un huevo o un grano de café?"

Y cómo eres tú: "Eres una zanahoria que parece fuerte pero que cuando la adversidad y el dolor te tocan, te vuelves débil y pierdes tu fortaleza?
"Eres un huevo, que comienza con un corazon maleable? Posees un espíritu fluido, pero después de una muerte, una separación, un divorcio o un despido te has vuelto duro y rígido? Por fuera te ves igual, pero "Eres amargado y áspero, con un espíritu y un corazon endurecido? "O eres como un grano de café? ¿El café? cambia al agua hirviente, el elemento que le causa dolor. Cuando el agua llega al punto de ebullición el café alcanza su mejor sabor. Si eres como el grano de café, cuando las cosas se ponen peor tu reaccionas mejor y haces que las cosas a tu alrededor mejoren.

¿Como manejas la adversidad?
Eres una zanahoria, un huevo o un grano de cafe.

lunes, 25 de mayo de 2009

Forrest Gump

Me gustaría dedicar esta entrada a una película que, además de ser entrañable y de haber recibido 6 Oscar, esconde un montón de mensajes y enseñanzas (si no la has visto, quizás quieras hacerlo antes de seguir leyendo).

Muchas veces nos creemos espectadores de nuestra propia vida, cayendo en el peor de los victimismos al afirmar "tengo muy mala suerte" o "él ha triunfado porque tiene mucha suerte". Forrest Gump es protagonista de su vida. Acepta sus limitaciones, pero también sus virtudes, y las explota al máximo. Gracias a la habilidad mostrada al correr, consigue fichar por el equipo de fútbol americano de su facultad, entrando más tarde en el ejército. Allí conoce a su amigo Bubba, a quien le hizo la promesa de crear juntos una empresa de gambas.

Durante la guerra de Vietnam, les tendieron una emboscada. Y él fue el único que se salvó, debido a que nunca dejó de correr. Y no sólo para huir. Teniendo en cuenta sus valores más arraigados, fue en búsqueda de todos sus compañeros heridos y los transladó a un sitio seguro. Esto le valió una condecoración honorífica.

Más tarde, decidió comprar un barco para pescar gambas, como le había prometido a su amigo Bubba, que había muerto en combate. Y un día se alejó tanto que fue el único superviviente de una catástrofe que destrozó todos los barcos pesqueros de la zona, por lo que ahora, sin competencia alguna, se convirtió en dueño y señor de la pesca de gambas, logrando crear una empresa que le convirtió en multimillonario. ¿Suerte? Puede que sí. Pero él siempre estuvo enfocado en sus objetivos, siempre sabía dónde quería ir.

Forrest Gump cuando corría, siempre miraba a sus zapatos y a dónde quería ir, y se ponía en marcha. Llegaba a donde se proponía. La clave de su éxito es que nunca dejó de actuar. Acción, acción, acción. De esta manera se van abriendo puertas, es entonces cuando hay que ser lo suficientemente inteligente como para reconocer por cuál debes pasar, cuál es la que te comunica con el camino que te lleva a tu objetivo.

Una vez escuché de alguien que "la suerte es un cruce de oportunidad y capacidad". Y yo no podría definirla mejor.

lunes, 18 de mayo de 2009

Crisis ¿económica?

Seguramente es el tema estrella de este año: la crisis. Oímos cada día hablar de ella, el pesimismo se apodera de la sociedad, y sin embargo son pocos los que reflexionan acerca de las posibles causas. Vale que el jaleo de las hipotecas americanas y la globalización han influido, esto es obvio. Pero, ¿que hay realmente detrás de esto?

  1. Pérdida de valores.Detrás de cualquier conducta se esconde una actitud, y detrás de esta actitud se esconde algo mucho más profundo, llamado valores. Este es un punto importantísimo. ¿Cuáles son los valores en nuestra sociedad?
  2. Falta de responsabilidades. Aquí cada uno va a lo suyo y piensa en su beneficio. ¿Han asumido (o asumen) responsabilidades los bancos? ¿Y los gobiernos?
  3. Falta de innovación. Basado en el principio "si algo funciona, no lo toques", nuestro sistema se ha estancado, hasta el punto de provocar una crisis que con cierta previsión se hubiese podido sofocar.
  4. Ganar cómodamente. Los inversores, las inmobiliarias, los constructores, los bancos...¿alguien es consciente de todo el dinero que han estado ganando hasta hace poco tiempo? Leyendo sobre el tema, nos daremos cuenta de que las conocidas "hipotecas subprime" conseguían, a priori, seguir acumulando riquezas, sin ningún tipo de previsión ni asunción de responsabilidades.
  5. Codicia. Es lo que ha envuelto a todos los puntos anteriores. El ansia de poder, la ambición desmedida, es algo que puede acabar con la cordura de una persona y, lo que es más peligroso, con la de una sociedad completa.

miércoles, 13 de mayo de 2009

Curso de Habilidades Sociales y Comunicación

Los pasados días 9 y 10 de mayo estuve en la Biblioteca Pública de Cáceres, mi ciudad, realizando un curso de algo más de 8 horas sobre "Habilidades Sociales y Comunicación", como parte de mi proyecto de fin de Master de Inteligencia Emocional. Puedo calificarlo como un éxito, y no es solamente mi opinión. Así lo consideraron también algunos compañeros míos que estuvieron presentes, y especialmente los asistentes. Se mostraron confiados, participativos e implicados en las actividades y los debates que surgieron.

Se trataron aspectos de la comunicación, como la escucha activa, los estilos comunicativos, o la empatía, y otros más relacionados con las habilidades sociales como la asertividad o las críticas. Me quedo con las reflexiones finales de los participantes, los cuales dijeron que se habian divertido, y se habian llevado muchas cosas para meditar. Uno de los comentarios que más oí y que realmente más me llegaron fue que "cosas así deberían ser obligatorias en la educación y en la empresa". Y yo estoy totalmente de acuerdo.

La inteligencia emocional son muchas cosas a la vez, pero sobre todo son herramientas que permiten que seamos más felices nosotros y la gente a nuestro alrededor. Es una forma más efectiva de procesar aquello que nos mueve, las emociones. Realmente estoy convencido de que será algo que tarde o temprano se acabará imponiendo, especialmente en una sociedad como la nuestra en la que, actualmente, se han perdido muchos de los valores humanos que formaban parte de nuestra identidad.

viernes, 8 de mayo de 2009

Queda prohibido

Queda prohibido llorar sin aprender,

levantarte un día sin saber qué hacer,

tener miedo a tus recuerdos.


Queda prohibido no sonreír a los problemas,

no luchar por lo que quieres,

abandonarlo todo por miedo,

no convertir en realidad tus sueños.


Queda prohibido no demostrar tu amor,

hacer que alguien pague tus dudas y mal humor.


Queda prohibido dejar a tus amigos,

no intentar comprender lo que vivieron juntos,

llamarles sólo cuando los necesitas.


Queda prohibido no ser tú ante la gente,

fingir ante las personas que no te importan,

hacerte el gracioso con tal de que te recuerden,

olvidar a toda la gente que te quiere.


Queda prohibido no hacer las cosas por ti mismo,

no creer en Dios y hacer tu destino,

tener miedo a la vida y a sus compromisos,

no vivir cada día como si fuera un último suspiro.


Queda prohibido echar a alguien de menos sin alegrarte,

olvidar sus ojos, su risa, todo

porque sus caminos han dejado de abrazarse,

olvidar su pasado y pagarlo con su presente.


Queda prohibido no intentar comprender a las personas,

pensar que sus vidas valen más que la tuya,

no saber que cada uno tiene su camino y su dicha.


Queda prohibido no crear tu historia,

dejar de dar las gracias a Dios por tu vida,

no comprender que lo que la vida te da,

también te lo quita.


Queda prohibido no buscar tu felicidad,

no vivir tu vida con una actitud positiva,

no pensar en que podemos ser mejores,

no sentir que sin ti este mundo no sería igual.



Pablo Neruda

domingo, 3 de mayo de 2009

La naturaleza te habla

Ayer estuve caminando por un bosque en el que la vegetación ocultaba las maravillosas vistas de un lago. Asombrado por la belleza de aquella escena, decidí aproximarme a la orilla para contemplar el agua de cerca. Sin embargo, el acceso era difícil, por lo que tuve que bordear dicho lago hasta encontrar una zona de umbría bajo unos pinos, desde donde podía contemplar el agua más de cerca.
Y allí me quedé sentado, mirando. En la orilla observé que había agua estancada, sucia y maloliente. Sólo unos juncos la separaban del agua corriente, pura y cristalina. Contemplé la escena. Y después de reflexionar, decidí levantarme a buscar un palo. El mejor candidato se encontraba en el sitio menos deseable. Tuve que atravesar una zona de fango y llena de mosquitos para rescatar aquel largo palo. Una vez lo cogí, lo usé para apartar los juncos. Debido a su flexibilidad, conseguí finalmente apartarlos, notando cómo el agua cristalina comenzaba a mezclarse con el agua estancada, haciendo que ésta fuera más pura y limpia.

  • Cuando en tu vida observas que hay una escena que no te gusta, ¿haces algo para cambiarla?
  • Cuando observas el agua estancada, ¿observas también el agua corriente? ¿Eres capaz de ver más allá?
  • Cuando observas los juncos, ¿te parecen obstáculos insalvables, o en cambio confías en tus habilidades?
  • Cuando necesitas un palo en tu vida y el esfuerzo para conseguirlo es grande, ¿mojas tus pies en el fango?
  • ¿Alguna vez te has atrevido a mover tus juncos? Inténtalo. A ver qué pasa...