lunes, 20 de abril de 2009

El contagio emocional

En su libro "Inteligencia Emocional", Daniel Goleman escribe lo siguiente:

Al comienzo de la guerra del Vietnam, un pelotón norteamericano se hallaba agazapado en un arrozal luchando con el Vietcong cuando, de repente, una fila de seis monjes comenzó a caminar por el sendero elevado que separaba un arrozal de otro. Completamente serenos y ecuánimes, los monjes se dirigían directamente hacia la línea de fuego.

«Caminaban perfectamente en línea recta —recuerda David Bush, uno de los soldados integrantes
de aquel pelotón— sin desviarse a la derecha ni a la izquierda. Fue muy extraño pero nadie les disparó un solo tiro y, después de que hubieran atravesado el sendero, la lucha concluyó. Nadie pareció querer seguir combatiendo, al menos no aquel día. Y lo mismo debió de haber ocurrido en el bando contrario porque todos dejamos de disparar, simplemente dejamos de disparar».

El poder del valiente y silencioso desfile de los monjes que apaciguó a los soldados en pleno campo de batalla ilustra uno de los principios fundamentales de la vida social: el hecho de que las emociones son contagiosas. A decir verdad, este ejemplo constituye un caso extremo, puesto que la mayor parte del contagio emocional tiene lugar de forma mucho más sutil y es parte del intercambio tácito que se da en todo encuentro interpersonal.

Y yo estoy completamente de acuerdo con este texto de Goleman: las emociones se contagian. Pensemos, si no, en una persona que acude a un estadio de fútbol y, aunque no le guste dicho deporte, acaba por ser partícipe de la euforia, la ira o la decepción del conjunto.

Quizás otro caso más común se pueda dar entre nuestros más allegados. Cuando reciben una gran noticia y se dispara la alegría, esa alegría es compartida por nosotros. Nuestro estado emocional se contagia. ¿Y qué ocurre si un grupo de personas queridas están tristes por una desgracia reciente? Pues que irremediablemente compartiremos esta tristeza.

Esto es especialmente relevante en el ambiente laboral, donde es fundamental crear un clima de armonía, alegría y compañerismo, de forma que estas buenas vibraciones se transmitan a todos y cada uno de los trabajadores, permitiéndoles aunar fuerzas para conseguir los objetivos propuestos. A eso se le llama sinergia.

Esto nos permite pensar en la importancia de nuestras conductas dentro de un grupo. ¿Favoreces el buen ambiente, o por el contrario contagias emociones negativas? ¿De qué emociones te contagias con más facilidad? ¿Crees que tu actitud ayuda o por el contrario dificulta la vida a los que están alrededor? ¿Podrías llegar a ser más positivo, favoreciendo así el trabajo en tu empresa?

lunes, 13 de abril de 2009

La crisis ninja

Leopoldo Abadía es un entrañable ingeniero, antiguo profesor del prestigioso IESE de Barcelona. Ahora, durante su jubilación, se ha dedicado a explicar de manera amena y sencilla las causas de la actual crisis. Ha creado un blog, donde además promociona su libro y muestra sus intervenciones públicas.

En este vídeo, Leopoldo nos hace un pequeño resumen de qué es esto de la crisis, y cuáles han sido las causas que la han provocado.



Este otro vídeo es una visualización animada de la crisis financiera, donde se deja entrever el sistema tan absurdo que se montó con las hipotecas en EEUU.


lunes, 6 de abril de 2009

El Valle del Jerte

Hace poco más de una semana fui a visitar de nuevo el Valle del Jerte, un lugar natural, lleno de agua y vida, donde a finales de Marzo ocurre un fenómeno natural impresionante, que convierte al valle entero en un manto blanco: el florecimiento de los cerezos.



Nos alojamos en unos bungalows altamente recomendables, totalmente equipados, muy nuevos, con unas vistas increíbles, y junto al inicio de las mejores rutas de senderismo del lugar. Ese mismo día por la tarde decidimos hacer la ruta de Los Pilones, y cuando llegamos a la garganta de los infiernos contemplamos un paraje realmente peculiar y único, donde la erosión había tallado sobre rocas el paso de los años.



Al día siguiente, después de haber disfrutado de las comidas y los productos típicos del lugar, planeamos hacer un tramo de la ruta de Carlos V. Lamentablemente, el tiempo no acompañó, por lo que se decidió hacer una visita a los también maravillosos lugares de la comarca de La Vera. Pasamos por Piornal, Garganta la Olla, Cuacos de Yuste, donde visitamos el famoso Monasterio de Yuste y el Cementerio Alemán de la I y II Guerra Mundial, y finalmente Jarandilla de la Vera, donde tuvimos la oportunidad de comer estupendamente antes de volver a casa.

miércoles, 1 de abril de 2009

Toma jazz!

El Jazz es uno de los géneros musicales que más me gustan. Nació a finales del siglo XIX en el estado de Louisiana, EEUU. Se caracteriza, principalmente, porque los intérpretes no siguen fielmente una partitura, sino que basándose en una estructura armónica, tocan una melodía de forma improvisada. Es por esto que encontramos tantísimas versiones jazzeras de una misma canción sonando de forma totalmente diferente.

Tomemos el ejemplo de tres versiones del antológico tema "Autumn Leaves". Toma jazz!